La erección es un proceso muy complejo y requiere
del funcionamiento adecuado y de la integridad de diversas estructuras como
nervios, arterias y venas entre otras, además
se necesita una buena disposición mental del paciente para el acto
sexual y la percepción de una buena disposición mental de su pareja para la
relación.
Enfermedades frecuentes como la hipertensión
arterial, la diabetes y muchas otras pueden alterar cualquiera de este tipo de estructuras y esto
por lo general es lo que produce la disfunción eréctil.
La disfunción eréctil no se debe a pérdida de gusto
por la pareja ni es sinónimo de la presencia de relaciones extramatrimoniales.
Exista o no alguna alteración estructural, el
paciente que ha experimentado problemas con la calidad de la erección por lo
general puede presentar ansiedad en las oportunidades siguientes por miedo a
nuevas fallas en la erección. Esta sensación hace que su organismo produzca
adrenalina, esta substancia hace que caiga la erección, de tal manera el
paciente puede entrar en un círculo vicioso. Falla – Ansiedad - mas fallas -
más ansiedad.
Por tal motivo tanto el paciente como la pareja
deben optar por tener una actitud mas flexible y sin exigencias ante la
relación sexual, dándole mayor importancia a la sensualidad, las caricias y el
juego sexual disfrutando de ellos, se produzca o no la erección y/o la penetración. De esta manera el paciente y
la pareja dejarán de ser unos espectadores del pene y su erección y lograrán
por una parte disminuir los niveles de
ansiedad y por otra parte disfrutar más la relación sexual mientras se logra optimizar el tratamiento en cada caso
particular.
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